Son muchas las veces en las que uno se sorprende, escuchando conversaciones ajenas en cualquier rincón del uso coloquial del lenguaje. Puede parecer una indiscreción pero recomiendo a todo el mundo que escuchen atentamente a las personas que hay a su alrededor, pues en esas conversaciones descubriréis formas de uso del lenguaje que al menos podríamos clasificar de chocantes, pero también serán cuantiosas las ocasiones en las que nos demos con un canto en los dientes, destrozando teorías que creíamos irrefutables.
Fue mi caso esta tarde, viajando en un autobús urbano, donde me topé con un par de muchachas hablando de un recién nacido, hijo de una tal "la Vane" y un tal "El Oscar"; Tardé un instante en pensar que deberían cortarles la lengua por hablar de esa forma, pero al llegar a casa decidí investigar si había alguna forma en la que se admitiese ese uso de los artículos; Cual sería mi sorpresa cuando encontré diversos usos en los que los determinantes acompañan a nombres propios, fenómeno al que llaman "uso rústico o uso forense del artículo" asi como distintas interpretaciones que resultan validas en nuestro idioma.
Debo de admitir que hacía mucho tiempo que no me sentía tan desconcertado, a partir de ahora, tendré que pensármelo dos veces antes de maldecir a los educadores de estos tan comunes, "infractores del lenguaje".
Fue mi caso esta tarde, viajando en un autobús urbano, donde me topé con un par de muchachas hablando de un recién nacido, hijo de una tal "la Vane" y un tal "El Oscar"; Tardé un instante en pensar que deberían cortarles la lengua por hablar de esa forma, pero al llegar a casa decidí investigar si había alguna forma en la que se admitiese ese uso de los artículos; Cual sería mi sorpresa cuando encontré diversos usos en los que los determinantes acompañan a nombres propios, fenómeno al que llaman "uso rústico o uso forense del artículo" asi como distintas interpretaciones que resultan validas en nuestro idioma.
Debo de admitir que hacía mucho tiempo que no me sentía tan desconcertado, a partir de ahora, tendré que pensármelo dos veces antes de maldecir a los educadores de estos tan comunes, "infractores del lenguaje".
Te propongo que revises de nuevo este uso del artículo + nombre propio, a la luz de los usos en el español hablado en Cataluña.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Gonzalo, ya que en Cataluña se anteponen los artículos a los nombres propios de forma habitual y en absoluto con ánimo despectivo. Dicho de otra manera, allí este uso forma parte de la norma del catalán, aunque para nosotros resulte una forma de hablar bastante vulgar y descuidada.
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