¿Creéis que se puede decir “Estoy a expensas de que me llamen para trabajar” con el sentido de “Estoy esperando que me llamen para trabajar”?
La respuesta es que no. La locución a expensas de procede de la voz latina “expensa” o “dinero gastado” y se usa en el sentido de “a costa, por cuenta, a cargo de alguien”, y nunca en el de “a la espera de”, como bastantes veces ocurre de manera errónea.
Así, hay que evitar usar esta expresión en enunciados como el anterior o estos otros:
- Estamos a expensas de que expongas tu trabajo
- A expensas de conocer la identidad de los heridos, se detuvo el proceso judicial
- El profesor sustituto dio clases a expensas de la llegada del profesor oficial
(Siendo en todas ellas sustituible por “a la espera de” o “a la expectativa de”)
Y ,sin embargo, emplearla en enunciados como este:
- Mi hijo tiene 27 años y sigue viviendo a expensas mías (y no “de mí” ya que cuando “de” va seguido de un pronombre personal, se contrae en forma de pronombre posesivo)
- Los comercios cercanos van a aumentar sus ventas a expensas de la llegada del Papa
- Internet Explorer recupera algo de mercado a expensas de Firefox
Una vez bien aclarado esto, hay que decir que en algunas frases como:
Bioclimas colombianos afectados a expensas de un nuevo cambio climático
la interpretación no es única. Puede estar refiriéndose a que los bioclimas colombianos esperan un cambio climático, en cuyo caso su uso sería erróneo, o también puede referirse a que los bioclimas colombianos se han dado a costa del nuevo cambio climático, donde el uso sería aceptado. Estas ambigüedades son las que oscurecen el significado de la expresión y nos lleva a usarla en frases en las que no deberíamos hacerlo, más aún cuando se aprende (como prácticamente todo en la lengua) de forma oral y no consultando en un diccionario, lo que nos hace dar un matiz diferente a nuestra frase, el que extraemos escuchando una frase parecida pero usada de manera correcta.
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