sábado, 30 de abril de 2011

¿Aceituna u oliva?

Según el DRAE, ambos términos son correctos y perfectamente válidos, ya que ambos se refieren al fruto del olivo. La diferencia es etimológica, viniendo el término oliva del latín y aceituna del árabe, y también regional y/o preferencial, siendo más extendido el uso de oliva, olivita(s) por ejemplo en la provincia de Sevilla. Asimismo, y en términos generales, los extranjeros, por lo menos al principio, tienden a usar el término de orgien latino, más que nada porque la conquista árabe no se extendió fuera de la Península Ibériba, imposibilitando así la expansión del término árabe. Los italianos, los checos, los polacos, los eslovacos, los franceses, los alemanes, incluso los vascos, en sus lenguas maternas se valen de una palabra con ascendencias latinas. En definitiva, ambas palabras están registradas por la RAE, por tanto el uso de ambas es totalmente válido. Que no se enerven tanto los jefes malagueños cuando un sevillano pida unas aseitunitas.


La jerga Tomellosera

La ciudad manchega de Tomelloso últimamente viene siendo noticia de numerosos medios de comunicación y prensa, y diréis porque...

Pues bien, a parte de su geografía y su localización, lo que caracteriza a este pueblo y lo que ha hecho llamar su atención es su lenguaje tan peculiar de fácil comunicación entre sus habitantes y de tan difícil entendimiento entre forasteros hasta el punto de crear un diccionario Tomellosero, un duro trabajo de investigación que comenzó a elaborar el profesor Julio Pérez Cuarteto en los años 80. Un diccionario ya disponible con más de 4.500 términos y frases propios de esta localidad.

Con esta idea tan ingeniosa se asegura la continuidad de los diferentes y tan peculiares modismos que los hacen diferentes, ya no habrá excusa para entender a los habitantes de este tan característico pueblo.

Os dejo algunas de las expresiones y palabras propias de la jerga Tomellosera:

AINAS:

1. Ya está bien. 2. Lo que ha costado. 3. A duras penas.

AMARGAR:

1. Agachar. 2. Aplacar.

MAMELLAS:

1. Senos femeninos

ENCANARSE:

1. Quedarse fijo con la mirada perdida. 2. Estado de meditación profundo. 3. Estar con tu ruque-ruque, pensando nada más que en una cosa.

Estas y otras miles de palabras y expresiones las podéis encontrar Aquí

Una noticia tan curiosa como interesante, ¿No creéis?

viernes, 29 de abril de 2011

ESPAÑOL AL DÍA: Expresiones racistas

Español al día de Ibtissam El-Youssfi y Lucía Ruiz.

A menudo utilizamos el término inmigrante con connotaciones racistas. Y la idea me vino cuando una amiga me dijo:
-"Tengo vecinos nuevos, son extranjeros".

Y es que sus vecinos eran ingleses. La cosa hubiera cambiado si hubiesen sido de cualquier país de África o del sur de América.

Pues bien, cuando planteé este tema a la Fundéu, me contestó así:
"Con un ejemplo, visto desde España un inglés es un extranjero, esté donde esté, mientras que un inmigrante es específicamente el que se establece en otro país, normalmente con la idea de quedarse (al menos durante un tiempo prolongado)".

Ibtissam planteó otro tema bastante interante y de cultura general que todos deberíamos saber.
El árabe es una lengua y su cultura. También se llaman árabes a los originarios de Arabia, que luego se extendieron por otras zonas de Asia y África hasta llegar a España. Un árabe puede ser católico, judío, musulman...
La palabra moro proviene del latín "maurus" que significa "negro". Es un término histórico que se usaba para referirse a los habitantes de Mauritania y no a los países actuales del norte de África. Pero hoy el término "moro" se le atribuye incorrectamente a personas de la actualidad, y en general de modo peyorativo para todo árabe. Podemos utilizar, en su lugar, el topónimo correspondiente: marroquí, argelino, tunecino...
Musulmán es cualquier persona seguidora del Islam. Puede ser español, chino, árabe... etc. De hecho hay miillones de musulmanes en todo el mundo.
Por último, islamista hace referencia al musulmán más radical, aunque en las televisiones españolas se utilice incorrectamente para designar a los musulmanes de Pakistan, Afganistan...

miércoles, 27 de abril de 2011

¿"Mediapunta" o "media punta"?


Hoy, hablando por teléfono sobre el partido R.Madrid vs Barcelona de Champions de esta tarde, discutía con un amigo sobre cuáles serían los titulares que Guardiola sacaría al campo y, en particular, qué jugador pondría por Iniesta (que está lesionado el pobre). Pues bueno, el caso es que decía que Iniesta juega de "mediapunta" (y lo decía todo junto), y yo le decía que no es así, que es "media punta" (separado). Después de un rato llevándonos la contraria uno al otro y seguir pensando, cuando colgué, me fui a la Fundéu para ver si por casualidad ponía algo sobre eso.
¡Claro que tenía respuesta para el asunto!

Aquí dejo lo que he encontrado sobre la palabra en cuestión y otras relacionadas con el fútbol. (Por cierto: ¡Ojalá gane el Barça^^!)

1. Es más adecuado emplear concentración de pretemporada o etapa de preparación que stage.

2. A veces se emplea el once, o los once, para aludir a un equipo; en este caso, si se habla de más de un equipo, debe utilizarse los onces: «Los onces que presentarán en el próximo partido el Madrid y el Barcelona...».

3. El término mediapunta se escribe en una sola palabra cuando designa a un jugador de fútbol; sin embargo, si se refiere a la posición se escribe separado: media punta.

4. La palabra córner (plural córneres) se escribe con tilde por ser llana, acabada en consonante distinta de -n o –s. Convive con las expresiones saque de esquina o tiro de esquina.

5. La grafía correcta es penalti (en plural, penaltis) y no penalty (su forma en inglés); tampoco son correctos los plurales penalties ni penaltys.

6. La españolización de la expresión inglesa goal average es golaveraje. Se recomienda emplear diferencia (o promedio) de goles, de puntos o de tantos.

7. Derbi es la adaptación gráfica de la voz inglesa derby. No debe olvidarse la existencia de los equivalentes clásico y superclásico.

8. El empleo del adjetivo posesivo en lugar del determinante es un uso del francés y del inglés que conviene evitar. Por tanto, lo adecuado sería decir: «Se lesionó en la pierna derecha» y no «... en su pierna derecha».

9. Es incorrecto suprimir el artículo en la expresión por la banda derecha/izquierda.

10. Con los verbos perder y ganar, cuando se refieren a la diferencia en el resultado de un deporte, la preposición que se debe usar es por y no de.

11. Que un equipo gane con autoridad no significa que sea autoritario.

12. Para designar la cualidad de favorito no debe emplearse el término favoritismo, que se refiere a 'un trato de favor injusto que recibe alguien en perjuicio de otro'.

13. Hay que distinguir virtual campeón, que es alguien que aún no es campeón, pero podría llegar a serlo, de campeón virtual, alguien que no es real.

14. No es lo mismo conseguir un triplete que ser tricampeón. Si un equipo gana tres competiciones distintas habrá conseguido un triplete y si gana tres veces una misma competición se podrá hablar de él como tricampeón.

15. Es aconsejable que se emplee mejor jugador, jugador mejor valorado, jugador más valioso, etc. y no la sigla MVP (most valuable player).

16. Tanto tiempo de descuento como tiempo añadido son expresiones válidas ya que se añaden unos minutos que antes se habían descontado.

¿ Animales vegetarianos?


Viendo hace un momento informativos telecinco ( por si alguien quiere verla), me ha llamado la atención los comentarios que acompañaban una noticia. Informaban acerca de un documental que se ha realizado en honor a la vida de la doctora Jane Goodall, zoóloga y antropóloga británica, experta en el estudio y la investigación de los chimpancés durante 50 años. Tal es su dedicación que se comunica con ellos por medio de su lenguaje animal.

Me ha resultado curioso que entre otras cosas, el comentarista diga que la doctora ha descubierto que los chimpancés no son vegetarianos, de modo que buscando información acerca de este adjetivo os plasmo la siguiente recomendación, también recogida por la Fundéu. La cual ha corroborado mi sospecha, ya que asegura que los medios de comunicación están empleando de manera incorrecta el adjetivo vegetariano.

Afirmar que no son vegetarianos significa, que los chimpancés han optado por no seguir un régimen alimenticio conocido como vegetarianismo que, según el Diccionario de la Real Academia Española, se basa en el consumo de productos vegetales pero que admite el uso de productos del animal vivo, como los huevos y la leche.

Lo que debería haber dicho el periodista es que los chimpancés no son herbívoros, pues este es el adjetivo específico para los animales que se alimentan de vegetales y demás especies de hierbas.

Pero además la Fundéu dice que este error no es aislado, y que buscando en los bancos de datos de medios de comunicación disponibles en internet han descubierto que se encuentran noticias en las que se afirma que los dinosaurios eran vegetarianos. También hay documentos en los que se dice que son vegetarianos los búfalos, rinocerontes y los elefantes.

Por ello la Fundéu considera necesario advertir que para hablar de animales que no comen carne lo correcto en español es usar el adjetivo herbívoro, y cuando se hable de personas lo correcto es vegetarianos.

Así que tomaremos nota, ¿ no os parece?.

martes, 26 de abril de 2011

ESPAÑOL AL DÍA: bucal, vocal, oral y verbal.


Bucal, vocal, oral y verbal.

Mi recomendación es sobre el uso y la ortografía de las siguientes palabras, ya que pueden poseer significados afines y, en algunos contextos, pueden llegar a causar confusiones en su correcta utilización y escritura. Con la siguiente recomendación pretendo daros algunas pistas a tener en cuenta para que cuando se nos plante la duda sepamos la solución correcta:


bucal

Este adjetivo proviene del latín bucca, y es de donde procede la actual palabra española “boca”; por tanto, debe escribirse con be (y con u en este caso). Hace referencia a lo relacionado directamente con la cavidad de la boca en sí, es decir, donde se encuentran los dientes, la lengua… No debe emplearse, para referirse al habla o la voz —para esto emplearemos la palabra, “vocal”—. De modo que todo lo que tenga que ver con la boca o haga alusión a algo relacionada con ella será con b.

Ejemplos: bocacalle, bozal, bocadillo, bocazas,... o el enjuague bucal que se usa para limpiar la boca.

vocal

Comparte la raíz latina de vox, es decir, “voz”, lo que indica que siempre se escribe con uve. Como adjetivo se refiere a lo relacionado con la voz, y no es oportuno usarlo para referirse a cualquier elemento relacionado con la boca, a pesar de que la voz salga de ésta.

Ejemplos:

  • cuerdas vocales: son las responsables de emitir la voz.

  • Tengo una cuerda vocal paralizada.

  • Cuando se celebre la junta, Carlos será el vocal del grupo.

oral

De la raíz latina or (os, oris), implicaba utilizar la boca y en algunas situaciones la cara al completo; esta palabra ya carecía de hache en latín, por lo que es incorrecta también en español. Este adjetivo puede emplearse con dos sentidos: con menos frecuencia, para referirse a la boca en sí misma (cuasi sinónimo de “bucal”; primer ejemplo); con más frecuencia, para referirse al habla (cuasi sinónimo de “vocal”; segundo ejemplo), de este derivan otras palabras como “orador”, “oratoria”, etc.

  • ingerir por vía oral: es cuando hay que tomar un medicamento por medio de la boca.

  • examen oral: es el que se realiza por medio de la palabra hablada, no escrita.

verbal

Procede de la palabra verbum en latín, que significaba en su origen “palabra”. Así que se trata de un sinónimo de “oral” cuando se refiere al habla. Y como lo verbal implica el uso de la voz, se escribe siempre con v.

  • El contrato que firmaron no fué por escrito, era verbal.

Existe una excepción casi en desuso pero que conviene saber dada la recomendación, es la palabra bocal con b:

bocal.

(Del lat. baucălis, y este del gr. βαύκαλις, especie de vaso).

1. m. Jarro de boca ancha y cuello corto para sacar el vino de las tinajas.

2. m. Recipiente usado en laboratorios, farmacias, hospitales, etc.

y por supuesto como adjetivo de bucal.



boda real británica


Bueno, aquí os dejo la recomendación del día de la Fundéu
¿ Quién no ha oído de hablar en la prensa de este tema?

Consejos para una redacción correcta de las informaciones sobre el próximo enlace entre Guillermo y Catalina:

Se escribirán en minúscula:

- Los títulos y los cargos: príncipe, princesa, rey, reina, monarca, duque, duquesa, lady, lord, chambelán, ministro, primer ministro, canciller, arzobispo, etc.

- También los términos como casa real, familia real, boda real, patrimonio real, orquesta de cámara, coro, capilla real, etc.

- Los nombres de edificios o monumentos se prefiere el uso de la minúscula en la parte genérica (abadía de Westminster, palacio de Buckingham, palacio de St. James)

- En el caso de los tratamientos protocolarios, si estos van seguidos del nombre propio de la persona a la que se refieren se escribirán en minúscula (su alteza real el príncipe Guillermo de Inglaterra)

Se escribirán en mayúscula:

- Los términos que hacen referencia a una institución: Corona, Gobierno, Parlamento, Cuerpo Diplomático, Fuerzas Armadas, etc.

- Las abreviaturas: S. A. (su alteza), S. A. R. (su alteza real), S. M. (su majestad), SS. AA. (sus altezas), SS. MM. (sus majestades), etc.

También conviene tener en cuenta los siguientes aspectos:

- Los nombres de los miembros de las familias reales se deben traducir al español: Isabel, Felipe, Guillermo, Catalina, Enrique, Carlos, Camila…

- Inglaterra , Gran Bretaña y el Reino Unido no son sinónimos. Gran Bretaña está formada por Inglaterra, Escocia y el País de Gales. El Reino Unido por Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

- Entre los invitados a la boda figuran mandatarios de países que presentan dudas al escribirlos. Las formas correctas son Abu Dabi, Arabia Saudí, Brunéi, Dubái, Lesoto, Catar…

- Debe evitarse el empleo de anglicismos como merchandising o souvenirs para referirse a la comercialización de los objetos conmemorativos de la boda real o a dichos objetos y hablar de comercialización y recuerdos, respectivamente.

¡Estad atentos a la prensa que cometerá seguro, alguna falta!

domingo, 24 de abril de 2011

chiringuitos en primavera

Por uno de esos azares tan irracionales, ayer estaba yo almorzando atento a los informativos de Canal Sur. Venían a decir que el balance para la hostelería andaluza esta Semana Santa era bueno, aunque para hacer justicia entrevistaron a algún que otro propietario de bar que explicó que la cosa podía haber ido mejor, porque al ver que llovía fuera los clientes del bar se hacían los remolones, se aferraban a las mesas y no las dejaban libres para futuros consumidores. El caso es que el periodista formuló esta conclusión: “Uno de los sectores más afectados por el mal tiempo ha sido el de los chiringuiteros”.
Toda esta entrada viene justamente a que yo nunca había escuchado esa palabra, “chiringuitero”, y me llamó la atención. A lo mejor alguno de vosotros, si vivís en la costa, estáis familiarizados con ella, o no. Desde luego la RAE no la recoge en su diccionario (no viene a cuento, pero la RAE sí reconoce “autobusero”, que también me chocó bastante cuando la escuché por primera vez). Admito que me sorprendió que en un medio informativo de esas características se tomaran esa pequeña libertad con el lenguaje. Más bien me quedó una duda: no supe si atribuirlo a la audacia de un periodista reivindicador del habla popular; o bien con secretas pretensiones literarias orientadas al realismo; o a lo mejor este señor considera la palabra tan natural que ha asumido que también lo es para todos los telespectadores; o pretende expandir un neologismo de su invención. Me vienen a la cabeza los términos del Diccionario del Español Actual que comentamos en clase, cuya presencia en el diccionario se justifica con citas extraídas por lo general de artículos periodísticos. Así que también habrá que estar atentos para ver si el colectivo de los dueños de chiringuitos consigue hacerse un hueco en próximas ediciones.

¡Patadas al diccionario!




Aquí os dejo un vídeo de algunas "patadas al diccionario". En mi opinión, esta mujer comete bastantes errores debido seguramente a que no ha tenido medios suficientes para adquirir una buena formación a lo largo de su vida. Sin embargo, es capaz de comunicarse y hacerse entender a pesar de sus fallos, algo que es de admirar.


Pero, ¿se debería animarla a corregir sus errores o por el contrario, es muy difícil que a su edad cambie su manera de comunicarse?


miércoles, 20 de abril de 2011

La Real Academia descubre sus secretos

Quisiera compartir con vosotros la siguiente noticia que he leído en el periódico Ideal de Granada. Sé que este no es el contenido habitual de nuestro bitácora, pero me parece bastante interesante y creo que podemos aprender algo de ella.

Algo indica que es jueves. La Real Academia Española ocupa un palacete hermoso, de líneas puras, en la calle Felipe IV de Madrid, detrás del Museo del Prado. Cuando uno sube las escaleras, abre la puerta e ingresa en el vestíbulo, siente alrededor un silencio confortable y cosido de murmullos, como de biblioteca antigua o de elegante club británico. Augustos retratos de nobles con pelucones cuelgan en las paredes, una escalera majestuosa conduce al primer piso y, a la izquierda, se alinean unos percheros con los nombres de los académicos escritos en una plaquita y ordenados según la fecha de su ingreso. Un rumor de papeles y de conversaciones entrecortadas llega desde un despacho cercano. Son las diez menos cinco de la mañana. Arturo Pérez Reverte aparece de repente, saluda al ordenanza, da un par de zancadas enérgicas y abraza con efusión a José Antonio Pascual, filólogo. Ambos cruzan unas palabras y se marchan por un pasillo lateral. Tras ellos, una puerta entreabierta permite al curioso observar el salón de plenos. Una señora de la limpieza quita el polvo a la formidable mesa ovalada que ocupa casi toda la estancia: se trata de una pieza de carpintería única, manufacturada por un académico, Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880), que se daba muy buena maña con la sierra y el martillo. A don Juan Eugenio, autor de 'Los amantes de Teruel' y de otros dramas tremebundos, quizá le hubiera dado un poco de rabia comprobar cómo esta magnífica mesa ha acabado siendo su obra más perdurable y alabada.
Sí, definitivamente es jueves. Las sillas, que llevan grabadas las letras del alfabeto, se amontonan en la sala de plenos. Junto a la mesa de Hartzenbusch hay muchos libros nuevecitos y apetecibles, dispuestos en una especie de repisa: el Diccionario, la Ortografía, la Gramática..., pero también glosarios de alemán, de inglés, de francés, de italiano o de latín. Todo está preparado para que, a las siete y media de la tarde, los académicos se sienten y comiencen a debatir. No perderán un segundo en salvas. Los plenos, que se celebran todos los jueves laborables del año, duran una hora exacta. A las ocho y media suena el reloj. Y se acabó. «Es la tradición», resume el académico Salvador Gutiérrez. Ni siquiera hay un orden del día tajante, aunque la costumbre ha moldeado un protocolo aproximado: primero se leen las actas del día anterior, luego se informa de las noticias que se hayan producido durante la semana y más tarde se abordan las llamadas 'papeletas': términos que algunos miembros han leído o han escuchado y que no aparecen en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). «Por ejemplo -indica Gutiérrez-, el vocablo 'tableta', ahora muy utilizado para las nuevas herramientas informáticas. Un académico encuentra esa palabra y la propone para su estudio y discusión».
El camino que ese nuevo vocablo debe recorrer hasta figurar en el DRAE está lleno de meandros. Los académicos se organizan en comisiones especializadas que analizan los términos por temas y que debaten, por ejemplo, la pertinencia o no de recoger determinadas nuevas palabras o de cambiar las definiciones de otras ya incluidas. «Si alguien con formación en lenguas clásicas oye la expresión 'tableta' como traducción del 'tablet' informático, seguramente propondrá en su lugar la palabra 'tablilla', por conexión con las pizarras sumerias en las que se escribían cosas. Pensaría que no hay necesidad de introducir un vocablo extraño cuando en castellano ya existe uno con un significado muy parecido... Pero a veces las palabras llegan con la fuerza de un océano y son muy difíciles de parar», ilustra Salvador Gutiérrez. Tras el estudio detallado, el pleno decide finalmente si incluir o no la palabra analizada en el Diccionario. El periodista Luis María Anson, que ocupa la letra 'ñ' desde 1998, recuerda los dos últimos términos que ha propuesto para su estudio: 'agujero de gusano' (una expresión física que se utiliza para describir un túnel espacio/temporal) e 'inexhaurible' (inagotable, que no tiene fin).
Un acento turbulento
Salvador Gutiérrez ha sido el ponente de la Ortografía Panhispánica, la última y resonante publicación de la Academia. Una obra que ha generado mucho debate fuera... y dentro de la casa. «Hubo discusiones muy vivas», revela el secretario, Darío Villanueva: «Dedicamos varias sesiones a la conveniencia o no de quitar la tilde a solo». Las decisiones tienden a adoptarse por consenso, aunque haya académicos que mantengan posiciones contrarias: «No existe la figura del voto particular, pero si alguno no está de acuerdo, puede decirlo públicamente. Esto no pretende ser una balsa de aceite», aclara Villanueva.
La Ortografía se ha convertido en un éxito de ventas casi universal y volverá a triunfar este sábado, 23 de abril, en las casetas del Día del Libro. «A mí la discusión pública me encanta. Que se hable de la lengua me parece hermoso», subraya Gutiérrez. Y el filólogo granadino Gregorio Salvador, que lleva 24 años sentado en el sillón 'q', recuerda que la polémica sobre la tilde de 'solo' no fue nada en comparación con la que se montó en 1803: «Había muchos académicos que se negaron a escribir 'farmacia' en lugar de 'pharmacia' o 'coro' en vez de 'choro'. ¡Y quitarle la hache a 'Christo' les parecía poco menos que blasfemo! Aquella Ortografía salió adelante por un solo voto. Los académicos rebeldes siguieron con los viejos hábitos. ¿Qué pasó? Que a los treinta años, ya nadie escribía 'pharmacia' o 'choro'». Así que Gregorio Salvador recomienda paciencia y libertad: «Si usted no lo acepta, pues no lo acepte. Haga lo que quiera. Pero las nuevas generaciones irán aprendiendo lo nuevo... y las normas se irán imponiendo poco a poco».
La escritora Soledad Puértolas entró en la Real Academia en noviembre de 2010. En los pocos meses que lleva, ya se ha dado cuenta de la pasión con que se afrontan los debates: «Aquí se discute. Eso es lo que más me ha sorprendido. Con mucha educación y respeto, pero se discute. Me está gustando mucho más de lo que me imaginaba». La bióloga asturiana Margarita Salas ingresó en la Academia en el año 2003: «Cuando entré, me maravilló la eficacia en el trabajo. Por ejemplo, ahora, en la comisión del vocabulario científico, estamos ya revisando todos los términos para la nueva edición del Diccionario. Algunos los estamos eliminando por considerarlos demasiado especializados u obsoletos».
Cien dudas al día
La Academia ocupa dos edificios. Las salas solemnes y las bibliotecas se ubican en el palacio de la calle Felipe IV, que fue construido expresamente para la institución en 1894. Pero una buena parte del trabajo cotidiano se solventa en un inmueble de la calle Serrano, en el que trabajan cerca de 60 especialistas (filólogos e informáticos). En el Departamento de Español al Día se reciben unas 100 consultas diarias, sobre cuestiones de ortografía, de léxico, de gramática, de fonética... «Todas esas preguntas se responden. Y no solo con un sí o con un no, sino con un razonamiento», explica Salvador Gutiérrez, director del Departamento. Las respuestas se van ordenando y clasificando, para que posteriormente puedan servir como base a las publicaciones académicas. «Parte de la Ortografía la han hecho los hablantes con sus preguntas», apunta Gutiérrez.
La mañana avanza. La señora de la limpieza ya ha dejado la sala de plenos como los chorros del oro, con todas las sillas dispuestas alrededor de la mesa, y ha corrido los cortinones. Nadie sabe cuántos académicos aparecerán a las siete y media: cada uno es libre de acudir, en función de su voluntad, de su agenda o de sus achaques. No tienen por qué excusar su presencia. Los que lleguen se sentarán donde pillen (casi nadie busca su letra para ocupar la silla correspondiente) y dirán lo que piensan. Quién sabe si ahora mismo peligra la supervivencia de otra tilde o si acaban de decretar la defunción de un vocablo. «El idioma es un ser vivo. Cambia constantemente. Las palabras nacen, mueren y algunas triunfan...., aunque no nos agraden», concluye Salvador Gutiérrez.