Los participios regulares se caracterizan por terminar en ‘–do’ (‘–ado’ para los verbos de la primera conjugación e ‘–ido’ para los verbos de la segunda y tercera conjugaciones). Los participios irregulares presentan las formas ‘–to’, ‘–so’ y ‘–cho’ en las terminaciones: de decir, dicho (y no decido); de hacer, hecho (y no hacido); de abrir, abierto (y no abrido); de romper, roto (y no rompido); de poner, puesto (y no ponido); etcétera.
El participio tiene rasgos comunes con los adjetivos y con los verbos. Como verbo, inmovilizado en la forma masculina singular, se utiliza para la formación de los tiempos compuestos seguido del auxiliar haber, aunque no es esta la única función que desempeña.
Hay unos cuantos verbos que, junto al participio regular (o débil) poseen otro fuerte. Sirvan como ejemplos atender (atendido y atento), abstraer (abstraído y abstracto), bendecir (bendecido y bendito), convencer (convencido y convicto), corregir (corregido y correcto), despertar (despertado y despierto), difundir (difundido¿Son equivalentes los dos tipos de participio?; quiero decir, ¿pueden intercambiarse o usarse indistintamente? La respuesta es no salvo en unos pocos casos, que exponemos a continuación.
y difuso), elegir (elegido y electo), eximir (eximido y exento), freír (freído y frito), imprimir (imprimido e impreso), insertar (insertado e inserto), hartar (hartado y harto), manifestar (manifestado y manifiesto), proveer (proveído y provisto), prender (prendido y preso), recluir (recluido y recluso), soltar (soltado y suelto), sujetar (sujetado y sujeto), sustituir (sustituido y sustituto), teñir (teñido y tinto) y torcer (torcido y tuerto).
¿Son equivalentes los dos tipos de participio?; quiero decir, ¿pueden intercambiarse o usarse indistintamente? La respuesta es no, salvo en unos pocos casos:
La forma débil (la primera en los ejemplos presentados) funciona siempre como verbo. Es la que ha de utilizarse en los tiempos compuestos, en la pasiva con ser, en algunas perífrasis verbales resultativas con tener o llevar más participio y en construcciones absolutas. La forma fuerte, por el contrario, funciona solo como adjetivo, es decir, no puede formar tiempos compuestos ni voz pasiva.
Es incorrecto, por tanto, el uso de la forma fuerte del participio para formar los tiempos compuestos. No podemos decir El profesor nos ha atento con amabilidad (sino, nos ha atendido); Me ha convicto (sino, me ha convencido); El perro se ha suelto de la cadena (sino, se ha soltado). Solamente tres verbos, en español actual, son excepcionales (en el sentido de que forman excepción de la regla): ‘freír’, ‘imprimir’ y ‘proveer’, porque se produce vacilación en el uso de los participios.
En el caso de ‘proveer’, las dos formas (proveído y provisto) se utilizan indistintamente en la formación de los tiempos compuestos (he proveído / he provisto) y de la pasiva (es proveído / es provisto), así como en función adjetiva (los alimentos proveídos estaban en mal estado / los alimentos provistos estaban en mal estado).
Un poco distinto es el caso de ‘freír’, donde son intercambiables las formas freído y frito en su uso como verbo (aunque hoy es más frecuente la forma ‘frito’). Como adjetivo solo se usa la forma ‘frito’ (una bolsa de patatas fritas, y no una bolsa de patatas freídas).
También vacilamos en los usos del los participios del verbo ‘imprimir’. Como verbo son aceptables las dos formas (imprimido e impreso), aunque la inclinación mayoritaria en España es a utilizar la forma ‘impreso’. Como adjetivo se prefiere la forma impreso (una imagen impresa, frente a una imagen imprimida).
La tendencia, si nos atenemos a los datos, es a la desaparición de las formas proveído, freído e imprimido en favor de provisto, frito e impreso. No obstante, quien desee utilizar los dos tipos de participio –no nos olvidemos de que todavía son usos correctos– debería, en mi opinión, seleccionar las formas débiles (proveído, freído e imprimido) para los usos verbales; y las formas fuertes (provisto, frito e impreso) como usos adjetivos, siguiendo el patrón regular del resto de los verbos con dos participios.
El participio tiene rasgos comunes con los adjetivos y con los verbos. Como verbo, inmovilizado en la forma masculina singular, se utiliza para la formación de los tiempos compuestos seguido del auxiliar haber, aunque no es esta la única función que desempeña.
Hay unos cuantos verbos que, junto al participio regular (o débil) poseen otro fuerte. Sirvan como ejemplos atender (atendido y atento), abstraer (abstraído y abstracto), bendecir (bendecido y bendito), convencer (convencido y convicto), corregir (corregido y correcto), despertar (despertado y despierto), difundir (difundido¿Son equivalentes los dos tipos de participio?; quiero decir, ¿pueden intercambiarse o usarse indistintamente? La respuesta es no salvo en unos pocos casos, que exponemos a continuación.
y difuso), elegir (elegido y electo), eximir (eximido y exento), freír (freído y frito), imprimir (imprimido e impreso), insertar (insertado e inserto), hartar (hartado y harto), manifestar (manifestado y manifiesto), proveer (proveído y provisto), prender (prendido y preso), recluir (recluido y recluso), soltar (soltado y suelto), sujetar (sujetado y sujeto), sustituir (sustituido y sustituto), teñir (teñido y tinto) y torcer (torcido y tuerto).
¿Son equivalentes los dos tipos de participio?; quiero decir, ¿pueden intercambiarse o usarse indistintamente? La respuesta es no, salvo en unos pocos casos:
La forma débil (la primera en los ejemplos presentados) funciona siempre como verbo. Es la que ha de utilizarse en los tiempos compuestos, en la pasiva con ser, en algunas perífrasis verbales resultativas con tener o llevar más participio y en construcciones absolutas. La forma fuerte, por el contrario, funciona solo como adjetivo, es decir, no puede formar tiempos compuestos ni voz pasiva.
Es incorrecto, por tanto, el uso de la forma fuerte del participio para formar los tiempos compuestos. No podemos decir El profesor nos ha atento con amabilidad (sino, nos ha atendido); Me ha convicto (sino, me ha convencido); El perro se ha suelto de la cadena (sino, se ha soltado). Solamente tres verbos, en español actual, son excepcionales (en el sentido de que forman excepción de la regla): ‘freír’, ‘imprimir’ y ‘proveer’, porque se produce vacilación en el uso de los participios.
En el caso de ‘proveer’, las dos formas (proveído y provisto) se utilizan indistintamente en la formación de los tiempos compuestos (he proveído / he provisto) y de la pasiva (es proveído / es provisto), así como en función adjetiva (los alimentos proveídos estaban en mal estado / los alimentos provistos estaban en mal estado).
Un poco distinto es el caso de ‘freír’, donde son intercambiables las formas freído y frito en su uso como verbo (aunque hoy es más frecuente la forma ‘frito’). Como adjetivo solo se usa la forma ‘frito’ (una bolsa de patatas fritas, y no una bolsa de patatas freídas).
También vacilamos en los usos del los participios del verbo ‘imprimir’. Como verbo son aceptables las dos formas (imprimido e impreso), aunque la inclinación mayoritaria en España es a utilizar la forma ‘impreso’. Como adjetivo se prefiere la forma impreso (una imagen impresa, frente a una imagen imprimida).
La tendencia, si nos atenemos a los datos, es a la desaparición de las formas proveído, freído e imprimido en favor de provisto, frito e impreso. No obstante, quien desee utilizar los dos tipos de participio –no nos olvidemos de que todavía son usos correctos– debería, en mi opinión, seleccionar las formas débiles (proveído, freído e imprimido) para los usos verbales; y las formas fuertes (provisto, frito e impreso) como usos adjetivos, siguiendo el patrón regular del resto de los verbos con dos participios.
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