Hoy he vivido unos pequeños brotes de desorientación. La cosa empezó con un debate de La 2, donde todos reconocieron que eran incapaces de lidiar por sí solos con la declaración de la renta. La solución: el libro "Declaración de la renta para dummies", de Alejandro Ebra Picart. No entendí eso de "dummies", porque es una palabra inglesa. Parece que "dummies" se traduce al español como "maniquíes", "muñecos", o con la única acepción a la que le encuentro sentido en este caso, "bobos". Como si el autor hubiera pensado: veamos, ningún consumidor aceptará un producto que le llame "bobo" a la cara, es demasiado orgulloso, mientras que lo de "dummies" suena, como casi todos los términos ingleses, profundo, hasta halagador (a fin de cuentas son bobos). Yo desconozco los verdaderos motivos, pero hombre, a nadie le gusta que le hablen así en otro idioma, y menos con la carga de inseguridad que ya arrastraba el pobre tipo por no saber rellenar la declaración de la renta.
Para que me subiera un poco la moral me fui más tarde a mi terreno, por ejemplo una revista cultural. Pero cuando uno tiene el día cruzado... También aquí esperaban obstáculos. Me hablaban del "teaser" de una obra de teatro, del "streaming" de un nuevo disco. He tenido que recurrir a la Wikipedia para que me ilustre. "Un teaser es el primer conjunto de imágenes que se publican de una película o videojuego" "El streaming consiste en la distribución de audio o vídeo por Internet".
Este tipo de terminología en los medios de comunicación provoca en el lector, creo yo, dos tipos de reacciones opuestas. Los lectores conocedores del inglés o especializados en la materia verán reforzado su nivel de autoestima, se sentirán por qué no decirlo un poquito más orgullosos de sí mismos. Al resto de lectores le sucederá lo contrario; las personalidades más sensibles corren el riesgo de periódicos momentos de desasosiego, de encontrar nuevos motivos para desarrollar fobia a la cultura, a las nuevas tecnologías, etc. que les hace sentirse unos “dummies”. Eso sí, quien tenga a mano un diccionario y voluntad que aproveche la oportunidad inmejorable de trabajar su inglés.
Para que me subiera un poco la moral me fui más tarde a mi terreno, por ejemplo una revista cultural. Pero cuando uno tiene el día cruzado... También aquí esperaban obstáculos. Me hablaban del "teaser" de una obra de teatro, del "streaming" de un nuevo disco. He tenido que recurrir a la Wikipedia para que me ilustre. "Un teaser es el primer conjunto de imágenes que se publican de una película o videojuego" "El streaming consiste en la distribución de audio o vídeo por Internet".
Este tipo de terminología en los medios de comunicación provoca en el lector, creo yo, dos tipos de reacciones opuestas. Los lectores conocedores del inglés o especializados en la materia verán reforzado su nivel de autoestima, se sentirán por qué no decirlo un poquito más orgullosos de sí mismos. Al resto de lectores le sucederá lo contrario; las personalidades más sensibles corren el riesgo de periódicos momentos de desasosiego, de encontrar nuevos motivos para desarrollar fobia a la cultura, a las nuevas tecnologías, etc. que les hace sentirse unos “dummies”. Eso sí, quien tenga a mano un diccionario y voluntad que aproveche la oportunidad inmejorable de trabajar su inglés.
Me gusta mucho cómo te expresas, además se nota que tienes tus ideas claras.
ResponderEliminarRespecto a la entrada, me gustaría decirte que comparto contigo ese sentimiento de desorientación frente a los nuevos términos, en especial a los que deben su fama a las redes sociales. A veces siento que estoy perdida cuando no entiendo qué quieren decir algunas palabras que leo en revistas y en periódicos. También me desoriento cuando las escucho en la radio o en la televisión. Y es que nos bombardean con palabras nuevas que, si no sales de la lectura elevada ni dedicas tiempo a ver la tele, si no te gusta estar en internet más tiempo de lo necesario para ilustrarte, si no te buscas la vida con las socorridas RAE y Fundéu, considérate raro, el mundo evolucionará sin nosotros y, por lo tanto, nosotros caeremos en una profunda "ignorancia" de la jerga contemporánea.