Buenos Aires, 6 Abr (Notimex).- Los argentinos han incorporado a su
lenguaje cotidiano en los últimos años las llamadas "malas palabras" e
incluso términos como "pelotudo" o "boludo" son habituales en los medios
masivos de comunicación de este país sudamericano.
En la televisión argentina, por ejemplo, no importa que sea la
mañana, la tarde o la noche porque a cualquier hora los conductores e
invitados se insultan, casi siempre en tono jocoso.
En países como México causaría escándalo la informalidad y
naturalidad con la que los argentinos usan, en pláticas de amigos y
medios masivos, las "malas palabras", cuya definición ha sido discutida
por escritores y especialistas de la lengua.
De hecho, fue el escritor argentino Roberto Fontanarrosa quien animó a
defenderlas en el Congreso Internacional de la Lengua Española que se
realizó en 2005 en la ciudad de Rosario, distante 312 kilómetros de
Buenos Aires.
"La pregunta es: ¿Por qué son malas las malas palabras?, ¿Quién las
define?, ¿Son malas porque les pegan a las otras palabras?, ¿Son de mala
calidad porque se deterioran y se dejan de usar?", dijo al pedir una
amnistía a favor de su expansión y uso.
Respecto a las palabras, Barcia señaló que, en rigor, no hay "buenas o
malas" sino intencionalidades de los hablantes y contextos "porque el
uso de vocablos o frases gruesas es lo que se espera en determinadas
situaciones, es lo apropiado".
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