Las dudas del acento andaluz
Para un hablante de Inglés, el ritmo del Español tiene muchísimas sílabas. Por lo tanto, es muy fácil aprender cómo se escribe y cómo se pronuncia el Español debido a los sonidos de las palabras, y a que especialmente las reglas y normas que gobiernan la lengua son constantes. Sin embargo, cuando el hablante de Inglés está en Andalucía y oye la falta de silabas (por ejemplo hablao en lugar de hablado, o ehta en lugar de esta) es natural que se pregunte si ha aprendido Español en lo más mínimo. Pero, después de este choque cultural inicial, el hablante empieza a modificar, poco a poco, su estado mental. En vez de esforzase por oír a cada sonido de cada palabra, intenta escuchar la familiaridad de los sonidos a juntos. Luego, puede escuchar la frecuencia del uso de palabras juntas y la falta de silabas se hacen menos problemática. El oído empieza a ignorar la mezcla de silabas y a aceptar el sonido casi naturalmente. Éste es un proceso continuo, que exige paciencia, repetición, y práctica; ya que finalmente, las preconcepciones sobre cómo debería sonar el idioma, son remplazadas. El resultado es que el acento, la pronunciación y los usos (sin tener en cuenta de son correctos o no) se hacen la norma.
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