lunes, 28 de enero de 2013

Tilde diacrítica

(Por Marina Leiva García)








La tilde diacrítica es uno de los mayores problemas en el español escrito de hoy en día, a pesar de los intentos de la Academia para remediarlo. Intentos bastante vagos, pues simplemente fue suprimido su uso en  demostrativos (este/éste), en los homófonos sólo (función adverbial) y solo (adjetivo) y en la conjunción o entre números para no ser confundida con el cero. Es decir, que en lugar de promover una educación más sólida en cuanto a gramática, eliminan el acento alegando que se debe deducir a qué se hace referencia mediante el contexto y con una buena puntuación. Esperemos que no sigan haciendo lo mismo con los demás casos y el eslogan de Special K pase a ser correcto gramaticalmente.

En el caso de este paquete de cereales, al no acentuar el pronombre personal ‘’tú’’, cambian completamente el sentido del eslogan, provocando que no tenga sentido. Sobre este caso, lo más preocupante no es el error en sí, que bien puede ser una simple errata, sino el hecho de que llevo años viendo el eslogan mal escrito y parece que seguirá así durante muchos más.


6 comentarios:

  1. no puedo entender donde se ponde la tilde en la siguiente oración me puede ayudar


    el saco de patatas era muy pesado no pudo con el

    por favor respondan me y alludenme

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  2. Solo te quiero recordar que mis sentimientos por ti son como el primer día que te vi en instagram te amo amor de mi vida

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  3. Pues si que te lo he advertido alguna que otra vez

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  4. Como funcia esta puta mierdaaaaaaaaa

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  5. ¿Te pasas la mayor parte del tiempo trabajando?, ¿sueles llevarte trabajo a
    casa?, ¿te llaman frecuentemente por teléfono por cosas de trabajo fuera del
    horario de oficina?, ¿te quejas continuamente de que te falta tiempo?, ¿tus
    conversaciones suelen ser casi siempre sobre el trabajo? Si has contestado
    afirmativamente a estas cuestiones, es bastante posible que te hayas convertido
    en un "workaholic" o adicto al trabajo. Wayne Oates propuso el termino
    de workaholic para denominar a la persona con dependencia del trabajo. Para
    el, su propia relación con el trabajo era como la que tienen los alcohólicos con
    la bebida: una necesidad continua e incontrolable de trabajar que termina
    afectando a la salud, al bienestar y a las relaciones con el entorno. Oates la
    define como la implicación excesiva de la persona en su actividad laboral, un
    irresistible impulso a trabajar constantemente y el abandono casi completo de
    actividades de ocio.
    Los adictos al trabajo tienen la imperiosa necesidad de trabajar y cuando no lo
    hacen experimentan ansiedad, depresión o irritabilidad. Para una adicto al
    trabajo, el trabajo constituye el centro de su vida, quedando todo lo demás,
    incluida la familia o los amigos, en un segundo plano. Por ello, se considera muy
    importante identificar el perfil de estos adictos a través de sus características. Una
    de ellas es que presenta adicciones multiples. No existe ningún adicto que tenga
    una sola adicción. En particular, es común que la adicción al trabajo este
    acompañada de la compulsión a complacer a los otros (con una extrema
    dificultad para decirles que no), del tabaquismo y el consumo de sustancias
    estimulantes. La otra y mas compleja es la negación de la adicción al trabajo.
    Dado la alta aprobación social que la conducta y sus consecuencias tienen para
    el adicto, le resulta muy difícil a este tomar conciencia de su dificultad. Los
    adictos al trabajo dicen: “Ya se que soy adicta(o) al trabajo, mas seria peor tener
    una adicción a las drogas”, o “si, soy una adicta(o) al trabajo, pero mira los
    beneficios que recibo…”. Asimismo, otra característica de su perfil es que tienen
    su autoestima desregulada. Es decir, los adictos al trabajo poseen una
    autoestima devaluada o hiperinflada. Presentan muchas dificultades para
    aceptarse realmente como son. Siempre realizan grandes esfuerzos por rendir
    más de lo que podrían naturalmente. Y como suelen creer que los demás no los
    aceptarían como son, perennemente tratan de incrementar sus logros. Por
    último, esta la incapacidad para relajarse. Los adictos al trabajo funcionan bien
    con la adrenalina muy alta. Esta continua descarga de adrenalina es una de las
    causas de su dificultad para relajarse. Tienen siempre una larga lista de tareas
    que necesitan realizar. Debido a que, el trabajo es su activador, siempre pueden
    encontrar a mano una reserva con la cual “estimularse” para segregar
    adrenalina.
    Por ello, el elevado valor otorgado por nuestra sociedad al exito y alto
    rendimiento profesional, hacen que los entornos socio-laborales sean propicios
    para el desarrollo de esta enfermedad. La adicción al trabajo, como cualquier
    otra conducta adictiva, es negativa para el sujeto porque le hace dependiente
    de una situación que perjudica su salud psicofisiológica, y altera su entorno
    sociofamiliar y laboral.

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