Llega con algo de retraso pero aquí tenéis mi español al día:
Irse a hacer puñetas
Las puñetas son los encajes que llevan
algunas prendas en las mangas. En la actualidad las podemos encontrar en las
togas de los juristas, en las túnicas de los sacerdotes al realizar los oficios
o en los atuendos de algunos cargos universitarios.
Especialmente en la antigüedad, los
bordados que se podían ver en algunas de ellas, eran de tal detalle y carga
ornamental, que su confección, realizada a mano y con aguja e hilo, era una
tarea muy laboriosa y lenta. Dado el elevado tiempo que se tardaban en
realizar, mandar a alguien a hacer puñetas se convirtió en una manera para
desear que alguien estuviera largamente ausente para evitar tenerlo en nuestra
presencia.
A buenas horas mangas verdes
Empleamos este uso para indicar a
alguien que llega a destiempo para hacer algo.
En el Siglo XV, durante el reinado de
los Reyes Católicos, se creó un cuerpo similar al de la actual policía,
heredero de las antiguas cofradías del Siglo XI de los cuerpos cristianos, el
cual era pagado por los concejos, cuyas funciones pasaban por la de garantizar
la seguridad ciudadana.
Uno de sus primeros uniformes consistía
en un chaleco de piel que mostraba las mangas de la camisa que eran verdes, y
por tales mangas eran conocidos por el pueblo.
El número de efectivos de la citada
hermandad era escaso (1 jinete por cada 100 vecinos y un soldado por cada 150
agrupados en cuadrillas) y muchas veces no llegaban a tiempo para evitar los
altercados, robos y demás fechorías, a lo cual la gente gritaba con menosprecio
al verles llegar tarde: "¡A buenas horas mangas verdes!"
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